Despues del trabajo, descanso.

Había sido una noche agetreada, llena de papeleos y de asuntos pendientes de la Reina que antender, todo el día me la había pasado leyendo informes y llenando formatos, nada interesante. Solian agradarme los casos en los cuales había muertes o violencia de por medio pero esa vez..no fue el caso.
Me fuí a descansar a mi habitación, cerrando la puerta y las cortinas me cambie a mi pijama habitual y me recosté sobre la cama bajo las cobijas a descansar.

-Ahh~ ... espero Nadie me moleste.

Contratiempos, como odio los contratiempos sin embargo ya no habia remedio, suspire pesadamente una vez que hube cruzado la puerta principal de la mansión, mire hacia a mi alrededor la casa como era de esperarse estaba hecha un desastre, otro suspiro escapo de mis labios mientras me puse manos a la obra.

Coloque un diminuto reloj de arena sobre una de las mesas centrales de la sala y en cuanto el tiempo empezó a correr así lo hice yo también, asee la casa de arriba abajo, refregué pisos y platos, regué y pode las plantas del jardín , termine justo cuando el ultimo grano toco fondo.

Sonreí victorioso y volví a guardar delicadamente aquel reloj en uno de los bolcillos de mi pantalón, mas el sonido de las campanas del reloj de madera de la sala me hizo fruncir el seño, al parecer se me hizo tarde para la hora del té, por lo que atravesé elegantemente la sala hasta la cocina.

Después del vapor el eco de la tetera hizo su aparición y cuando la última gota de té se derramo sobre la diminuta taza azul de porcelana llenándola hasta el tope fue entonces cuando coloque todo sobre bandeja de plata, al terminar lo alce en lo alto y me dispuse avanzar directo hacia la habitación del joven amo.

Entre sigilosamente como siempre solía hacerlo sin hacer el mas mínimo ruido y le observe discretamente estar recostado sobre la cama, una burlona sonrisa surco mi rostro mientras dejaba las cosas delicadamente sin hacer ruido sobre uno de los muebles cercanos, me acerque hacia el cautelosamente para que no notase mi presencia.

- Buenas noches Bocchan- le salude con mí ya ensayada frase posicionando mi cara justo sobre la suya, clavándo mis ojos sobre los suyos y esbozando una burlona sonrisa..

Después de un buen rato de haberme acostado, el cansancio hizó que mis ojos se volvieran pesados, haciendome pestañar con suma frecuencia al grado de quedarme profundamente dormido. La verdad, dormir no era algo que me agradará del todo, puesto que imagenes absurdas se interponian entre mis tranquilas noches, pesadillas que se presentaban en cada uno de mis sueños y se hacían mas frecuentes y aterradoras. Yo siempre había sido de sueño ligero desde que Sebastian estaba en la mansión, tal vez desconfiaba de ese demonio un poco, por que apesar de el contrato que había sellado con él, un ser maligno no puede ser de fiar del todo.
Mi mente comenzó a divagar, en miles de recuerdos y situaciones del pasado, haciendome pasar un desagradable descanso, comenzé a sudar y a fruncir el seño en señal de disgusto, comenzaba a fastidiarme de tener que soportar todo eso cada noche, pero una suave voz me hizó despertar de aquella pesadilla, abrindo mis grandes ojos szules lentamente, para despues mirar con asombró a quien se posaba frente a mi...

-S..Sebastian!..-

Le mire fijamente por un rato, estaba algo confundido y desorientado, primero las pesadillas y ahora ese demonio, mi mayordomo frente a mi, con esa sonrisa burlona muy caracteristica de él.

-Q.Que haces aquí?-

Entrecerré los ojos mirando detalladamente las expresiones de ciel mientras dormía, parecía estar teniendo otra de esas tantas pesadillas, estuve tentado a hacerle una broma demasiado pesada mientras dormía pero me contuve y me limite a saludarle para despertarle.

¿Qué sí que hacía yo ahí?, tal pregunta me causaba gracia parpadee lentamente al mirarle -No me diga que ahora sufre de delirios mi lord, yo trabajo aquí –respondí extremadamente burlón haciendo enfasis en la ultima frase.

- ¿Acaso se encuentra enfermo? –pregunte con fingido interés mientras posaba mi mano sobre su frente y después hice el mismo ademan posando mi otra mano sobre mi frente intentando comparar temperaturas, cuando me hube cerciorado de que el amo estaba en optimas condiciones me aparte dirigiéndome hasta el mueble donde había dejado la taza de té, la cual tome en la bandeja alzándola en alto y regrese junto a mi amo.

Su té de la tarde mi lord, para esta ocasión le he traído un Earl Grey –le dije mientras colocaba la bandeja cerca de él para que pudiese tomar la taza. Y volví a mirar su expresión - ¿Sucede algo mi lord? –le pregunte delicadamente sin dejar de mirarle a los ojos.

Fruncí el seño algo molesto, Sebastian algunas veces solía ser pesado a mi gusto. Obviamente sabía que él trabajaba aquí, y aunque la pregunta había sido algo estupida, sólo había sido una reacción por verle tan cerca y tan derrepente.
Desvíe la mirada mientras suspiraba tratando de calmar mi molestia y volví a verle sorprendido y algo nervioso por el contacto de su mano con mi frente. Inmediatamente aparté su mano de mi de un golpe volviendo a mi rostro esa expresión de frialdad y molestia.

-No digas toterías Sebastian..estoy perfectamente bien-

Esperé a que me sirviera el té, mirando fijo cada uno de sus movimientos, al momento en el que la bandeja de plata estaba a mi alcanze, tome la taza con elegancia y tras oler la fragancía del contenido le dí un sorbo cerrando los ojos por un instante para despues abrirlos lentamente mirando de nuevo a mi mayordomo y dejar la taza en la charola.

-No me pasa absolutamente nada, deja de decir tanta tontería y mejor prepara el baño Sebastian-

Tome de nuevo la taza de té y le di un sorbo, cerrando de nueva cuenta los ojos puesto que no quería ver a ese mayordomo..mi humor no estaba del todo favorable esa noche. Estaba cansado, las pesadillas no me dejaban dormir bien y las bromas del demonio no eran las indicadas en ese momento.

Admito que me resulta interesante cada vez que observo la ira quemar sobre sus ojos, pero tampoco pude pasar por alto ese nerviosismo que le había causado el contacto de mi mano con su frente, a la cual de un manotazo el consiguió apartar, pero mis labios se curvaron en una socarrona sonrisa.

En mi mente se había cruzado otra de esas bromas que usualmente solía gastar sobre el niño para divertirme pues uno de mis hobbies favoritos era exasperarlo, podía decirse que ver esos arranques de enojo en su rostro se habían vuelto una adicción.

En un suave movimiento le tome de la barbilla y gire su rostro hacia arriba sin apartar mis ojos de los suyos- A mi parecer ha estado trabajando mucho mi lord – procure hablarle lo suficientemente cerca como para que mi cálido aliento chocara con la piel de su rostro sin perder absolutamente la calma en ningún momento, esperando a ver de nuevo esa reacción de nerviosismo con ansias- debería descansar tanto trabajo lo va matar- agregue con dramatismo sin poder evitar una ligera pizca de burla en aquella frase y le solté para ir a servirle el té.

Cuando me acerque de nuevo, seguí sus suaves movimientos con la mirada mientras bebía el té ahora me mantenía a una prudente distancia con un gesto burlón de lado a lado que se había quedado plasmado en mi rostro, escuche su orden

- Yes my lord- respondí con otra de mis clásicas sonrisas, lleve mi mano derecha hacia el lado izquierdo de mi pecho e hice una reverencia antes de salir hacia el cuarto de baño.

Aun y cuando jugar con el estado de ánimo de bocchan era prácticamente jugar con fuego, decidí que mientras le bañaba procuraría “distraerle” al sorprenderle con otro par de bromillas que fugazmente habían cruzado por mi mente y decidí que lo más apropiado seria bromear un rato más, pues qué clase de mayordomo seria para la familia phantomhive si no fuese capaz de distraer a mi señor amo de la agobiante carga que significaba el trabajo.

Además estaba el hecho de que lo bueno de jugar con fuego seguido es que uno aprende a no quemarse.

No se por que ese demonio comenzaba a molestarme cada vez mas, al parecer le gustaba jugar con mis reacciones las cuales intentaba esconder puesto que me vería debil frente a él y frente al mundo. No se por que me llega a importa tanto cuando el dice: "se muestras debil ante mi boochan?" Tal vez, odiaba ser debil ante los demas, viendome como un niño desprotegido, confundido y desolado, aunque la muerte de mis padres había sido un golpe muy duro, y lo que vino despues aun peor, ya lo había superado, no sentía ninguna lastima hacia mi mismo y no me lamentaría por algo lo cual no podría cambiar. O tal vez me importaba tanto lo que decía ese ser de mi, que trataba de verme firme como un verdadero amo ante él.

Aunque los sentimientos no se pueden ocultar del todo, traté de calmarme al sentirlo de nuevo tan cerca, su aliento chocaba con mi rostro, sintiendo lo calido de este haciendo que mi corazón se acelerará un poco, por que me ponía nervioso? Era una estupidez.! Suspire con pesades y volví a semblante habitual, como si no me importara en lo mas minimo lo que el otro hacia solo lo escuche sin decir ninguna palabra y esperé que estuviera mi baño listo, tratando de alejar de mi todas esas emociones que me hacía sentir

No le daría el gusto a un demonio que solo quiere mi alma jugar conmigo, dibuje una sonrisita de medio lado, malvada y traviesa, si el quería jugar un rato, jugariamos a su manera, tal vez así...dejaría de molestarme por un buen rato..