His butler, Bath time.

Observaba como la tina de mármol se llenaba de agua caliente mientras en mis pensamientos pulía aquel plan que había trazado como trampa para el amo, aun y cuando procuraba la absoluta perfección sabia que debía ser cuidadoso pues seguramente el joven amo se había percatado que de nuevo se había desatado un juego o más bien dicho un desafío

Estos juegos/desafíos casi siempre empezaban en un abrir y cerrar de ojos aunque jamás me habia tocado una oportunidad de jugar las cosas a mi manera, debía ser cuidadoso y colocar las cartas adecuadas sobre la mesa o nada saldría según lo planeado y eso no lo permitiría.

Cuando considere que la tina se había llenado lo suficiente cerré el grifo del agua y después agregue ligeras burbujas al agua, cuando hube terminado verifique que el agua continuara a temperatura adecuada antes de salir hacia el cuarto.

Volví a entrar a su habitación silenciosamente y de improvisto- su baño está listo bocchan – le dije calmadamente con educación.

Mire entrar tranquilo a Sebastian y de inmediato me sente sobre la orilla de la cama, como era costumbre él siempre me cambiaba y desvestia como cualquier buen mayordomo, así que esperé a que esta vez no fuera diferente. Le mire sin decir nada, tratando de ocultar mis deseos de molestarlo un poco, aunque sabía bien que ese ser era tan habilidoso que seguramente se daría cuenta de mis intenciones al primer gesto.

-Has puesto algun aroma especial en la bañera el día de hoy? Quiero relajarme con este baño así que espero un poco de fragancia en el vapor mientras me baño-

Dije serio ayudandole un poco a ese mayordomo comenzandome a quitar los zapatos, colocando un pie sobre la cama y el otro extendido desabrochandome las cintas.

-No piensas ayudarme?-

Le mire de reojo cuando pronuncio aquella pregunta.

-Lavanda mi lord- respondí con delicadeza mirando hacia él parpadeando lentamente mientras le veía intentar desvestirse mientras escuchaba como me reprochaba algo y obediente a sus palabras me acerque nuevamente, una vez lo suficientemente cerca le tome de la muñeca para apartarla de su zapato y negué lentamente con la cabeza dándole a entender que aun no lo desvestiría, después solo sonreí.

- Por aquí mi lord-le dije dulcemente indicándole que me siguiera, y prácticamente le arrastre por el pasillo hasta el baño, no sin antes observarle de reojo aparentemente divertido, una vez dentro cerré la puerta por detrás suavemente.

Después me le acerque cauteloso y empecé a desvestirle en silencio empezando con los botones de su camisa procurando ser muy meticuloso con cada movimiento pues dentro de estos disfrazaba discretas caricias sobre su piel todo por supuesto como parte de aquel juego.

Sonreí con diablura cuando llegue a su parte inferior y le mire directo hacia los ojos, después me agache para que quitarle extremadamente lento el cinturón, una vez que me deshice de él baje su pantalón de un tirón al igual que su ropa interior, sonreí con malicia y volví a mirarle.

Baje la vista nuevamente para desatando las cintillas de su zapato y le sostuve del tobillo para poder sacarlo, hice lo mismo con el otro zapato y después me reincorpore para ayudarle a meterse en la tina.

Procedí a retirar mis sedosos guantes para que no se mojasen al momento de asear al amo y como buen mayordomo me acerque hacia el comenzando con mi labor de enjabonar todo su cuerpo con sumo cuidado, mis manos recorrían toda su extensión con sutileza donde alguna que otra vez una que otra caricia indiscreta se asomaba disfrazándose pero estas eran lo suficientemente perceptible para que ciel las notase

.- Encuentro al joven amo demasiado silencioso- enfatice con mis ojos sobre los suyos-Dígame , mi lord, hay algo que pueda hacer al respecto para mejorar la situación- pregunte suavemente acercándome de sobremanera hacia su oído en un tono bastante sugestivo e insinuador, algo bastante inusual mientras convenientemente fingía enjabonarle entre las piernas y solo aguarde esperando su reacción.

Esto Sebastian ya lo había hecho un sin fin de veces, desvestirme y vestirme no era cosa de el otro mundo, ni cosa la cual me causará ningun pudor.

Le dejé giarme hasta el baño donde comenzo a quitarme la ropa mas lento de lo normal, eso por demas ya era extraño peor aun cuando sus manos rozaban mi piel, cosa que todo el tiempo a lo largo de todo su servicio había evitado a toda costa. Suspire sintiendo esas manos pasar sutilmente sobre mi, cuando pasaban por zonas sensibles, no podía dejar de sentir escalofrios recorrer mi cuerpo enchinandome la piel un poco.

Termino con la parte superior y prosiguió con la inferior haciendo lo que cualquiera denominaría peligrosas pautas, las cuales solo ignoré mientras le miraba fija e inexpresivamente.

Termino así de desvestirme y coperando me metí a la tina, sintiendo la deliciosa agua tibia relajar mi cuerpo,- ahh....- Suspire un poco, en verdad que disfrutaba de un buen baño caliente, cerré mis ojos, sintiendo como las grandes manos del mayordomo recorrian cada centimetro de mi mojada piel, enjabonandome y tallando por todos lados.

Alcanzé a notar que aveces sus manos no solo parecian jabonarme, mas bien parecian caricias disfrazadas e hipocritas.

Le volteé a ver de reojo mientras seguía tallandome el cuerpo, y al escuchar esas insinuantes palabras no dejé de sonreir de medio lado, era el momento perfecto para tambien comenzar a jugar un poco.

- Que me suguieres para mantenerme entretenido..?..-

Replique en un tono por demas sarcastico, mientras un ligero cosquilleo aparecia en mi estomago y mi pecho al ser acariciado entre las piernas con tal sutileza.

Entrecerré los ojos al escucharle pedirme opinión , tal como lo había sospechado que sucedería el joven amo no se quedaría de brazos cruzados dejándome toda la “diversión” para mi solo, como reacción fingí que la esponja y el jabón se me habían perdido por debajo del agua convenientemente cerca de la entrepierna del amo.

Mas mis manos parecieron moverse por si solas, algo que no preví mucho menos planee pues estas subieron traviesamente hasta una parte que quizás me hubiese gustado evitar hasta después pero la tentación no es exactamente algo que mi real naturaleza pueda resistir mucho menos rechazar una incitante invitación de la lujuria.

Una descarada caricia se hizo presente más cerca del miembro de mi amo de lo que pensé, pero logre justo a tiempo disimularla y desviarla pasándola hasta su cadera una vez ahí subí delineando sus costados hasta su pecho , acariciándole apenas con las yemas de mis dedos.

Pase mis dedos por su clavícula delicadamente pero de inmediato subí hasta su barbilla tomándola con suavidad y girándola hacia mí. –No debería pedirle sugerencias a un simple mayordomo como yo lo soy, señor –ni siquiera note cuando mis ojos destellaron un par de segundos de color magenta.

Me moví hasta su oreja llevado por una nueva sensación – Usted siempre ha sido un niño bastante caprichoso, y me gustaría saber que capricho desea que le cumpla para esta ocasión –mi voz resonó por el cuarto en un sugestivo tono sensual y en un arrebato lamí descaradamente su oído bajando mi lengua hasta su mejilla, esa parte “dormida” había despertado después de todo y estaba ansiosa de escuchar a Ciel pedirle algo más de lo que un simple mayordomo podía hacer, pero de lo que ningún demonio se podría contener.

Aun le miraba sujestivamente y con esa sonrisilla burlona dibujada en mis labios, aunque sabía bien que sebastian no haría nada por si solo, me encantaba pensar en un sin fin de posivilidades, en ocaciones tan solo me gustaba imaginar que su instinto lo dejará guiarse, apesar de que había cumplido acatar solo mis ordenes cuando desovedecía me insitaba demaciado. Miré victorioso como sus ojos se tornaban de color carmesí, eso me parecía un muy buen avance, el mayordomo comenzaba a mostrarse como verdaderamente era. Sabía que apartir de ese momento no mas miradas falsas, solo la perversidad podía verse dibujada en esos hermosos ojos.

Apesar de ser un niño, me percate de como por "accidente" se había perdido la esponja entre el agua de la tina, Sebastian era perfecto, todo lo que hacía era meticulosamente planeado, así que sonreí incredulo y observe el recorrido que hacia su mano sobre mi piel. No sin antes soltar un legero brinco cuando toco mi entrepierna y suspiro apenas notable de ligero agrado.

-Sebastian, sabes que eres un mayordomo excepcional, así que confio muy bien en tu sentido del entretenimiento humano.-

Volví a sonreir muy divertido y travieso, sintiendo como el aliento del mayor chocaba con mi oido sacando un escalofrío muy notorio, el cual hizó que mi espalda se pusiera recta debido a la posision que tenía, un ligero suspiro salío de mis labios al sentir la calida lengua del otro pasar por mi mejilla.

-Esta bien...te diré que es lo que quiero..desnudate y me metete a la tina, así será mas facil bañarme, ademas..creo que tu tambien necesitas una enjabonada-Todo esto lo dije con un tono de voz tranquilo y serío, como si esas fueran mis verdaderas intenciones, aunque..seguramente que el se daría cuenta que no eran asi.

El destello magenta de mis ojos volvió a hacer aparición, pero esta vez se quedo mucho mas tiempo que la vez anterior, una torcida sonrisa llena de lujuria adorno mi rostro de oreja a oreja dejando ver mis perlados dientes un poco, estaba mucho más que complacido y ansioso ante la nueva “orden” del amo.

Me relamí los labios con deseo, pero me trague de un golpe mis ansias por cumplirlo ya que en esos momentos otros planes se asomaron por mi mente los cuales al parecer no dude demasiado en ponerlos en práctica, lleve la mano con la que le estaba sosteniendo de la barbilla bajándola fugazmente a su muñeca la cual aprisione con fuerza y le levante de un tirón, dejándolo suspendido en el aire, mi sonrisa cada vez se deformaba más.

En otro fugaz movimiento deslice la otra mano a uno de sus glúteos apretándolo con fiereza y después esta subió hacia su espalda casi arañando toda la extensión de esta hasta la mitad, una vez ahí lo jale para pegarle aun más a mi.

Volví a relamerme antes de acerarme a sus labios lentamente robándole un beso bastante agresivo, pues en cuanto probé su sabor , le bese eufórico pegándomelo cada vez mas introduciendo mi lengua que busco la suya con necesidad.

Incluso no pude evitar clavarle las uñas en la espalda y apretarle más fuerte en la muñeca la cual atraje a mi cuello poniendo su mano sobre él dándole a entender que debía sostenerse, aun asi no me espere lo suficiente para que pudiese captarlo y mi mano serpenteo hasta su espalda a su nalga izquierda acariciándola con descaro incluso por el pliegue que daba con la otra.

Con esa misma mano tome su muslo izquierdo y lo pase alrededor de mi cintura para aumentar el roce de su cuerpo con el mío, el fogoso beso se había prolongado demasiado asi que lo di por terminado repentinamente no sin antes morder su labio inferior al retírame.

-Perdone mi lord, creo no haber escuchado bien – comente fingiendo inocencia - ¿Qué es lo que desea?- pregunte sin contener una suave risa al verle con esa expresión y sentir su entrecortada respiración.

Dibujé mi sonrisa en el rostro, no se si comenzaba a gustarme todo ese juego de palabras o si simplemente quería salir corriendo de allí, obviamente no estaba a su altura en ese tipo de "mal gastadas".
Le miré algo sorprendido relamerse los labios, esa imagen en mi mente dejaba que mi imaginacion volará al extremo, tragé saliva y traté de cambiar las cosas, pero para mi desgracias o fortuna, el mayor ya me tenía bien sujetado de la muñeca, hecho el cual solo analize, llevando mis grandes ojos azules hacia los magenta del contrario.

-ahh..Sebastian..pero que...-No pude siquiera terminar la frase, cuando el mayor ya me tenía suspendido en el aire manoseando mis gluteos a su total antojo y con descaro tal que comenzaba a incomodarme-
aah...para!! o/////o.- había protestado al sentir sus garras clavarse en mi espalda, pero me callé tras ese beso..el cual comenzaba a exitarme sin querer.

Cerré los ojos un poco sintiendome un poco ahogado por aquel salva beso..y en cuanto se separó de mi relami mis labios saboreando mi propia sangre que emanaba de mi labio inferior y recobrando el aire.

-Que no fui claro?..Un demonio como tu no puede enterder los deseos de un niño..y sobre todo..de su amo?..-

Le miré fijamente a los ojos mientras sonreia burlonamente, aunque comenzaba a darme algo de miedo todo el asunto, me parecia muy interesante ver al mayordomo en su verdadera faceta de demonio.

Una endemoniada y perfecta sonrisa adorno mi rostro, al escuchar su pregunta. A pesar de que mi amo siempre ha sido algo caprichoso jamás pensé que un capricho lo fuese a traer directamente a mis garras y ¿Qué clase de mayordomo para la familia phantomhive sería si no pudiese cumplir con aquel simple capricho?...

Le solté súbitamente sintiendo como un golpe de agua tibia me llegaba al rostro y no pude evitar ampliar mi sonrisa, hábilmente lleve una de mis manos hacia mi corbata de la cual me deshice sin esfuerzo y fui desasiéndome de cada una de mis ropas con movimientos pausados, delicados y sobretodo seductores todo sin borrar aquella perfecta sonrisa que había quedado plasmada sobre mi rostro.

Una vez desnudo literalmente me le lance encima y antes de que pudiese hacer alguna exclamación le tome posesivamente de la barbilla dándole otro fogoso beso que termino por manchar mis labios, me relamí y al sentí el sabor de su sangre cerré los ojos un momento.

Al volverlos abrir estos destellaron carmín, la sangre me había descontrolado un poco más

– Bocchan –le llame con suavidad al oído -yo… no debería –Le susurre con ¿remordimiento?.

Si en efecto estaba dudando de que este juego fuera una buena idea…poco a poco mi cordura regresaba pero para entonces ya le tenía aprisionado contra una de las paredes de la tina de mármol recargándole en el borde con ambas manos a cada lado de su cabeza mientras seguía sobre el completamente empapado.

Titubee antes de separármele y sentarme frente mientras el agua nos cubría junto con las burbujas que dejaban ver poco a través del agua., suspire pesadamente antes de buscar con mis manos por debajo del agua la esponja pero estaba tan cerca del joven amo que solo me tope con su suave y tersa piel haciendo que la mia se erizara, volvi a mirarle y aparte la mano para jalar uno de los shampoos hacia mi.

Era de admitirse, ese mayordomo era sumamente interesante, aunque ya había estado a mi servicios
durante mucho tiempo, cada vez me impresionaba más, siempre tenía una nueva faceta que mostrarle al "joven amo" lo cual era por de mas entretenido.

Mi soledad la calmaba gracias a él, aunque sabía que no era la compañia meramente perfecta, me hacía ser mas fuerte y suseptible a todo. Pasé mi mirada sobre el, en ningun momento aparte mis ojos de su rostro el cual dibujaba esa sonrisita malvada la cual me hacia sonreir curioso a mi tambien.

Una vez que le ví desnudo desvíe mi mirada, no era realmente mi intención verlo así, solo quería jugar su juego y hacerlo molestar un poco. Sentí como casí de inmediato entró a la tina y se me avalanzó encima, presionando mi pequeño cuerpo contra el fondo de la tina de marmol con el suyo, traté de apartarlo ya que la posicion era algo incomoda, pero sin darme cuenta de nuevo me estaba besando con la misma furia y hambre de hace unos momentos, cerré mis ojos con fuerza, tratando de soportar el rito de aquello, pero era aun demaciado para mi..

-aah~...- Suspiré en cuanto se separó de mi boca, comenzaba a faltarme el aire, y en cuantó abri los ojos, ya me tenía acorralado, en verdad su velocidad y agilidad eran impresionantes, en que desgraciado momento intente llevarme igual que él? Era de esperarse que me ganaría, y por mucho!

Trage saliva tras darme cuenta de lo que enverdad estaba hacíendo, viendo el rostro de sebastian volver a la normalidad, y decirme lo que estaba bien y lo que estaba mal. Por lo general, ese tipo de cosas no las decidia él, si no, así que tratando de verme tranquilo contesté sereno y muy serío.

-Yo solo ordene que de ducharas..no que hicieras algo mas que eso...-
Mi voz temblo un poco, puesto que llegué a comprender la gravedad del asunto, si bien, el demonio era mi sirviente, era un demonio. Jugaba con fuego y sabía bien que terminaría por quemarme.
Traté de cojer una toalla moviendome un poco, alli es cuando sentí la mano del mayor rozarse con mi trasero, acto el cual me hizó sonrojar poniendome aun mas nervioso, sólo le voltee a ver apenado y me incline para tomar la esponja y pasarsela por las manos al mayor.
-Aquí tienes..-

De nuevo un gesto burlón ilumino mi rostro.

-En efecto usted no lo ordeno – comente con dramatismo, suspirando cerrando los ojos - pero tampoco se negó mi lord al contrario…- agregue mientras entre abría un poco los ojos mirándole con picardía y volví a acercármele.

-Me atrevería a decir que…hasta parecía agradarle pues no hizo ningún ademan de apartarme – le dije muy cerca de su rostro al punto que mi cálido aliento chocaba con su piel, lleve mi mano derecha a su mejilla y la acaricie con suavidad siguiendo una de las gotas que se deslizaron callendo hasta su clavícula.

Y de nuevo me deje llevar por la tentación y plantee un suave beso sobre sus labios, al cual rompí recapacitando de inmediato , mientras mi lengua relamía mis labios probando de nuevo su exquisita sangre arrugue el seño un tanto reprimiendo mis instintos y le arrebate bruscamente la esponja remojándola un poco antes de agregarle loción y exfoliante.

Procedí a tomarle de la muñeca y empezar a exfoliarle con delicadeza con la esponja, procurando concentrarme solamente en bañarle…haciendo caso omiso de ese deseo escondido que me había invadido drásticamente.

Fruncí el seño algo molesto, pues aunque no lo quería aceptar era sierto lo que el mauor decia

-Así es, no me aparte Sebastian, y si fué así es por que no puedo hacer nada contra ti, tienes mucho mas fuerza que yo, así traté de apartarte no podré lograrlo.-
Traté de excusarme desviando el rostro hacia otro lado, pero era obvio que no era mas que eso, puesto que sabía bien que con una sola orden el dejaría de hacer todo aquello. Aun con la mirada baja, sentí como su aliento volvía a chocar con mi rostro provocandome un leve rubor en las mejillas, la cual nervioso, trate de ocultar moviendome un poco.
Sentí como la esponja me fué arrebatada de mi mano con brusquedad y fruncí el seño algo molesto por lo atrevido y grosero que había sido ese ademan, suspire con pesades y quite su mano de mi cuerpo, alejandome un poco de él manteniendo una distancia considerable.

-Te dijé que necesitabas tú una enjabonada, no que siguieras tallandome-
Le arrebaté la esponja y luego se la lanzé al pecho, esperando que hiciera casó a mi nuevo capricho.

- Excusas no había nada más fascinante que esas excusas, las cuales no engañarían a alguien como yo - Pudo habérmelo ordenado –espete con un tono “inocente” como forma de burla , mirada mientras usted inútilmente trataba de desviar su mirada disimulando sus ¿nervios? –pero no lo hizo..- proseguí sin dejar de observarle.

¿Acaso el amo le gusto? –pregunte mientras disimulaba una caricia con la esponja- dígame bocchan…¿quiere que siga…?-en otra caricia me le acerque al rostro , buscando su mirada que seguía apartada.

Pero usted se alejo de mi de un momento a otro y me arrebato la esponja reprochándome el hecho de que me había pedido que yo me enjabonara, parpadee con rapidez analizando aquel capricho.

Una sonrisa me ilumino el rostro cuando una divertida idea paso por mi cabeza- Como usted diga bocchan- por supuesto que cumpliría su capricho, pero a mi manera.

Tome de nuevo la esponja entre mis manos, tome un poco de loción y fui pasándola por mis brazos enjabonándolos llenándolos de espuma, procuraba que mis movimientos fueran pausados, delicados con una pizca de provocación y sensualidad que seguramente no se podrían pasar por alto.

Lentamente empecé a recorrer mi cuerpo con el vaivén de la esponja, dirigiéndole la mirada a bocchan de vez en cuando, una mirada hipnotizante, casual, galante, coqueta pero sobretodo con una pizca de sensualidad.

Me detuve de repente – ahora que recuerdo , bocchan – le hable con suavidad clavando mis ojos sobre su rostro- el baño es para usted no para mí –sonreí con malicia y volví a acercármele para tomarle de la barbilla jalándole hacia mí, con la intencion de acortar la distancia más en un impulso le di un rápido y casto beso sobre los labios mientras en un suave movimiento cogí el shampoo que ya estaba colocado más cerca, me puse un poco en las manos y procedí a lavarle el cabello como si nada hubiese sucedido.

No pude dejar de hacer una cara de molestia al ver que el se había dado cuenta de mis excusas tontas, era verdad que con tan solo una orden haría que se alejará de mi. Pero realmente no lo quería. Busqué otro punto fijo en la habitación, lejos del rostro de Sebastian, lejos de esos ojos que me envolvían y provocaban que yo me perdiese, deseando ser lo único que se reflejara en ellos.
Me sentí más nervioso aún tras escuchar la pregunta, “¿Acaso le gusto?..Que estaba diciendo? Por supuesto que ese ser no me gustaba, No! No lo hacía, o por lo menos eso era lo que intentaba aparentar, ya que por dentro, deseaba ser el único en su vida, lo deseaba tener a mi lado por siempre, como el deseaba con ansias devorar mi alma.

Al sentir sus caricias discretas y disimuladas no dejé de estremecerme, erizándoseme la piel tras el escalofrío que con descaro había recorrido toda mi espalda. Suspiré al ver que los movimientos que había hecho cumplían con el objetivo de que él se apartara de mi, me relajé un poco puesto que sin reproches el acató mi orden y comenzó a jabonarse.

En verdad, no quería voltear a verlo, su cuerpo era por demás perfecto para mí, tan definido, tan bien proporcionado que seguramente me sonrojaría sin ni siquiera tener el tiempo suficiente de darme cuenta y reaccionar para que no se notara. Volví a suspirar, esos suspiros se hacían cada vez mas frecuentes en mi, y como no, si tenía en frente a aquel ser que agitaba mi corazón y provocaba que me faltara el aire. Aunque no podía darle el lujo de verme tan nervioso, así que le mire de reojo mientras trataba de permanecer lo más oculto en el agua que me fuera posible.


Cual fue mi sorpresa que al voltear, pasaba la esponja por su cuerpo de tal manera que me llegó a ser molesto, sentí rabia y celos por aquel objeto inanimado que podía tocarle descarada y libremente. Cerré mis ojos tras haber bufado un poco, escuchándole hablar y sintiendo como sujetaba mi barbilla por lo cual abrí los ojos lentamente y recibí su beso sonrojándome a sobre manera.

Me quedé estático, ese beso había sido tan diferente del otro..que no pude asimilarlo bien, dejando que me enjabonara estando aun sentado, perdido en ideas, sensaciones y emociones las cuales comenzaban a salir sin siquiera quererlo.

Los suspiros del menor se perdían entre el suave vapor que se desprendía de la tina llendo hasta los espejos empañándolos , dejando aquello como único rastro del calidez del agua ; por mi parte estaba tan fascinado por el salto de tensión que habia surgido entre los dos durante el baño, restándole importancia a aquella absorbente calidez.

Sabia que, los suspiros son todo aquello que se es incapaz de decir con palabras- hice aquella observación sonriendo burlón, me parecía muy curiosa su forma de ser pues en raras ocasiones bajabas tu guardia dejando mostrar al niño detrás de la máscara, y cuando eso pasa te enojas con tigo mismo e intentas por todos los medios fingir que nada ha sucedido, lo cual me parece tan conmovedor que resulta casi cómico.

Con mi sonrisa en los labios seguí enjabonándole mientras la duda se meta a escondidas en mi mente pues presentía que algo tratabas de ocultarme y la curiosidad ataco : ¿Qué era?, entrecerré los ojos buscando una respuesta mientras mis manos se deslizaban en un suave vaivén.

¿Cómo llegar al umbral? – le encuentro bastante distraído señor ¿puedo preguntar el porque? –comente de forma causal observándole fijamente, empezaria por eso.

Estando allí, sentado bajo el agua, comenzaba a pensar que todo eso era una locura, no estaba seguro en que momento Sebastian y yo habíamos llegado a este grado de “confianza” el cual hasta nos permitía estar sobre la misma tina duchándonos y “jugando” el uno con el otro. Volví a suspirar con pesadez, perdido en esos pensamientos mientras sentía las manos del mayor lavar mi cabello.

Tal vez como decía él, los suspiros son cosas que no se pueden decir con palabras, pero como explicar todo eso que sentía? No era para nada normal que un niño como yo se sintiera de esta manera atraído por un mayor, y menos si se trataba de un demonio, Cuantas veces vemos parejas así en la calle? Nunca!. Fruncí el seño algo molesto pues la idea me desagradaba y no sabía si era por estar en esa situación con él o por no poder expresar abiertamente mis sentimientos.

No es nada!..-Quité sus manos de mi cabello y me separé de él, comenzándome a enjuagar por mi propia cuenta el cabello aun con el entrecejo fruncido.- Será mejor que nos demos prisa, no quiero atrasarme en mis actividades diarias-

Terminé de asearme y me levante de la tina, saliendo de esta para coger una de las toallas que esta en la repisa de arriba. Me paré de puntitas y estirando mi cuerpo traté de alcanzar dicho pedazo de tela, Por que demonios estaban tan arriba las toallas? Ah..claro..Sebastian. Suspiré de nuevo al no poder tomarla, y de nuevo en mi cara se reflejo el completo disgusto por parecer una vez mas un niño frágil e indefenso.

¿Nada?, nada siempre es algo bocchan –replique al escucharle dar aquella excusa, entrecerrando un poco los ojos cuando aparto mis manos de su cabello, comenzándolo enjuagar por sí mismo, al parecer su humor había empeorado repentinamente ¿la razón? No lo sabía lo cual fomento aun mas mi curiosidad e interés. Hasta ahora lo unico que habia descubierto habia sido que me "ocultaba" algo, cosa que me intrigaba un poco, intente atar cabos mediante posibilidades que se cruzaban al azar dentro de mi cabeza, algunas bastante absurdas y ridiculas como la de que el amo intentase "llamar mi atencion de otra manera" o incluso quizas conseguir otro tipo de "atención" ....

Entrecerre los ojos sumido en mis pensamientos hasta que le observe pararse sobre la tina intentando alcanzar inútilmente las toallas que se encontraban sobre una de las repisas, una pequeña sonrisa traviesa surco mi rostro y en una “broma inocente” arroje el jabón por debajo del agua hacia sus pies, lo cual ocasiono que en breve el amo se resbalara cayendo de sentón, casualmente sobre mí.

Una suave risa escapo de mi garganta mientras mis brazos lo rodeaban por el cuello en una especie de abrazo, puse mi cara cerca de la suya recargando mi barbilla en su hombro– Tenga cuidado mi lord, podría lastimarse- dije burlonamente cerca de su oído, no lo había podido evitar hacía rato que quería divertirme gastándole una broma.


Pero tiene razón señor – agregue mientras deshacía el abrazo que le había dado deslizando mis manos hacia atrás acariciándole desde el pecho hasta los hombros y de ahí bajar lentamente hacia sus brazos sosteniéndolos con fuerza- no debe de atrasarse con su deber- espete siguiéndole el juego aún cerca de su oído en un tono de "desepción" - no le distraeré más tiempo – continúe con un tono dramático mientras me separaba paulatinamente saliendo de la tina , alcanzando una de las toallas cubriendo rápidamente la parte inferior de mi cadera sin dejarle “gozar” de la vista, sonreí ladinamente mirándole de reojo , logre alcanzar otra toalla abriéndola frente a usted esperando a que se levantara de nuevo y se acercase para secarle.