Sebastian Michaelis
Mensajes : 175 Fecha de inscripción : 06/01/2011 Localización : Mansión Phantomhive
| Tema: Exceso de Cocacola + Sin megashit + Trauma post examen violador = WTF? Miér Abr 06, 2011 9:38 pm | |
| U: no tengo ni shit idea! (:,lo corte para dejarlo mas interesante(?) SI, TIENE CONTINUACIÓN, que seguira después el sabado tal vez....
Esto esta mal a tantos niveles(?) - Spoiler:
S-Sebastian…-gemido tras gemido mi voz inundaba la habitación, entrecortándose con mi apresurada respiración, junto con un reconfortante calor que se expandía por todo mi cuerpo.- SE-SEBASTIAN- volví a clamar el nombre de aquel que me producía tanto placer mientras mis ojos se abrían de par en par al momento del clímax, una vez más mi mano derecha había quedado bañada en un viscoso líquido blanquizco, entrecerré los ojos aun bastante agitado recargándome en la pared con la mirada perdida en los azulejos que decoraban toda su extensión. Un hormigueo de placer me inundo de los pies a la cabeza haciéndome estremecer arrancándome un suspiro soñador, baje la vista observando mis pernas desnudas debajo de aquel blusón que llevaba, que también había quedado un poco manchado , era la tercera vez que yo Ciel Phantomhive me rebajaba a hacer algo semejante. Otro suspiro escapo por mi garganta mientras mi mano manchada salía por debajo del blusón, la observe perdidamente desando cumplir mi apetito carnal por aquel demonio para que ya no fuese solamente producto de mi imaginación. El sonido de la madera al ser golpeada me hizo sobresaltar y virar mi cabeza violentamente hacia la puerta del baño, trague saliva con dificultad ¿había sido descubierto? “Bocchan, ¿esta usted ahí?” Tu voz resonó por el baño y yo solo atine a ahogar un grito de impresión, sin darme tiempo para alcanzar a responderte pues tu ya habías abierto la puerta para entrar, automáticamente cerré los ojos mientras un tenue rosa pintaba mis mejillas ¿y ahora?.. Escuche como el eco de tus pasos comenzó a hacerse presente, pero no me moví ni abrí los ojos me quede muy quieto con la absurda esperanza de que me mimetizara con los azulejos de la pared o que esta me tragara de la vergüenza que traia encima. Trague saliva una vez mas mientras fui abriendo los ojos torpemente, todo para encontrarme tu rostro frente al mío, con una de esas endemoniadamente eróticas y burlonas sonrisas que hacían juego con tus hipnotizante ojos carmesí , los cuales observe durante un par de segundos antes de desviar la mirada, ahora el color rosa creo me llego hasta las orejas. Mantuve mi vista fija en los azulejos como si estos fuesen la séptima maravilla del mundo, y gire mi rostro aun sin mirarte con el plan de dar una excusa poco probable y totalmente ridícula sobre la “situación”, pero tú me callaste con un repentino beso. En ese momento no supe cómo reaccionar, solo sentí como si mi corazón se me hubiese ido hasta la garganta , me quede absolutamente pasmado incluso mis ojos se habían abierto de par en par y el hormigueo de placer me inundo de nuevo. Reaccione hasta cuando sentí como tu lengua delineaba insistentemente la comisura de mis labios aun sin acabar aquel beso, a modo de respuesta entre abrí un poco los labios pero solo eso te basto para empezar a devorar mi inexperta boca con tu lengua volviendo aquel beso en uno fogoso y apasionado. Poco apoco fui cerrando los ojos de nuevo dejándome llevar, mientras una de tus manos expertas había comenzado a acariciar uno de mis costados, volví a estremecerme y lleve mis manos alrededor de tu cuello, no quería separarme de ti , temía que aquello fuese solamente un sueño y si lo era no quería despertar, pero para mí desfortunio me percate de que el beso se terminaba y que tú te separabas de mi pausadamente por lo que apreté mis brazos sobre tu cuello e incluso clave mis uñas sobre tu espalda con la esperanza de darte a entender que no debías irte. Pero no funciono, pues acabaste separándote de mí y yo sin poder evitar semejante cara de reproche por aquello, hasta que note la forma en la que me mirabas… de una forma hipnotizante, seductora con esa pizca infaltable de burla, por lo que desvié la mirada aun más avergonzado que antes. Aun que lo siguiente hizo que mi cara volviese a girarse hacia ti, pues tu habías comenzado a acariciar con la yema de tu dedo pulgar una de mis mejillas mientras me llamabas por mi nombre, te mire pasmado nuevamente entre abriendo los labios de la sorpresa, mi corazón latía con rapidez, seguramente era un sueño, así que lleve mi mano izquierda a tu rostro acariciando tu mejilla torpemente con mis dedos pues tenía miedo de que te esfumases repentinamente. Y volviste a hacerlo, me besaste ya no igual que antes esta vez fue más suave, delicado, placentero incluso pude seguir el ritmo de aquel pausado beso correspondiéndolo como podía, pero enseguida ese beso también termino, fruncí el seño al notar como volviste a separarte y esta vez en un impulso te tome de la corbata con violencia aferrándome a ella y jalándote para que no te fueses, esta vez fui yo quien te bese.
Para mi sorpresa descubrí, asombrado, que esta vez había sido yo el que te había sorprendido a ti pues a penas pudiste responderme ese beso apasionado por mi parte, entre abrí mi único ojo visible solo para ver como tu mano derecha iba hacia abajo mientras la otra se deslizaba por detrás, tirando suavemente de ese cordón del parche que ocultaba mi otro ojo en el cual tenía la marca del contrato, volviste a separarte y fuiste a mi mejilla, escuche mi nombre salir de tus labios otra vez mientras tú mano bajaba hacia mi espalda pegándome más hacia ti. Tu diestra comenzó a deslizar mi blusón hacia arriba, y un tercer hormigueo recorrió toda la extensión de mi ser, un súbito gemido de placer salió de mi garganta al sentir una brusca intromisión en mi entrada, me habías penetrado sin preparación previa. Inevitablemente arquee mi espalda y abrí mis ojos de par en par mirándote, apreté mi mano sobre tu corbata mientras la otra se clavaba en tu espalda por el dolor. -S-Sebastian – titubee tu nombre inundado de placer, mientras mis labios buscaban los tuyos, volviendo a besarte y comencé mover mis caderas lentamente sobre tu miembro disfrutando como este se enterraba en mi estrecho interior –Aah-gemía y jadeaba, lleve ambas manos detrás de tu espalda mientras las tuyas bajaron a mi cadera y sostenerla, hasta parecías disfrutar que me dejabas que hiciera lo que quisiera con libertad, y era demasiado bueno para ser cierto. Volví a soltar otro gemido cuando sentí tus labios sobre mi cuello recorriendo a este en toda su extensión con suave besos y uno que otro mordisco, haciéndome aferrarme a tu ropa con necesidad mientras mi cadera no dejaba de moverse sobre tu miembro, entre gemidos, placer y jadeos volví a escuchar cómo me llamabas por mi nombre al oído en un susurro junto con un par de cosas más que el ardiente placer no me dejaba escuchar. Estaba extasiado, gozaba de todas esas sensaciones nuevas para mi deseando internamente que se volviese a repetir noche tras noche esto, pero todo pareció terminar de repente pues me tiraste bruscamente hacia el suelo y saliste de mi interior con la misma delicadeza con la que entraste, nula. Subí la vista para encontrarme con la tuya , observándote con reproche y sorpresa , expresión que se borro de inmediato cambiando a una de total desconcierto cuando observe como te inclinabas hacia mí tomándome del blusón con violencia, incluso vi como un par de botones saltaron de mi blusa por la fuerza, casi al mismo tiempo también habías tomado mis cabellos con tu mano libre tirando de ellos, haciendo que me quejase y te mirase frunciendo el seño. Inesperadamente me ”obligaste” a arrodillarme frente tuyo jalando mi cabeza hacia atrás con brusquedad , y ni siquiera alcance a quejarme pues en cuanto abrí mis labios para reclamarte tu aprovechaste para jalar cabello hacia enfrente e introducir rápidamente la punta de tu miembro dentro de mis labios. Cerré los ojos con fuerza al sentir como lo ibas introduciendo poco a poco, mis manos fueron hacia adelante, topándose lo que asumí era el borde de tu panta lo el cual empecé a bajar más con mis dedos, una de tus manos me detuvo de inmediato mientras la otra me jalaba más haciendo que tu miembro se profundizara dentro de mi boca, mi quejido fue opacado por obvias razones, entreabrí los ojos subiendo la mirada para toparme con esa sonrisa tuya, que en esos momentos desbordaba en satisfacción. Comenzaste a moverte de atrás hacia adelante, no pude evitar subir mis manos a la base de tu miembro para evitar tragarlo por completo, mis mejillas estaban completamente sonrosadas, había vuelto a cerrar los ojos, hubo un momento donde mi falta de aire se hacía presente tuve que arañar un poco la base de tu miembro y baje mi mano hacia tus testículos apretándolos para hacértelo saber. Tu reacción fue inmediata prensaste con una brusquedad excepcional mi muñeca, incluso escuche el suave crujir de mis huesos, saliste de mi boca al mismo tiempo que me levantabas , mi respiración estaba de sobremanera agitada , mi vista se encontraba borrosa ;mis mejillas aún tenían ese color rosa, lo siguiente que sentí fue mi mejilla sobre el frio de los azulejos y los dedos de tu mano enredados en mi cabello, lo jaloneaste e hiciste presion sobre mi cabeza pegándome más en la pared. AH-dejé escapar otro gemido cuando tu otra mano paso entre mis muslos separándolos, la dejaste sobre mis glúteos haciendo lo mismo con estos, jadee y lleve mis manos hacia la pared cerrando con fuerza los puños junto con mis ojos, una presion en mi espalda me hizo voltear mi rostro para verte de reojo, te habías recargado un poco sobre mí, y llevaste esa mis mano que recorrió con descaro mis glúteos, deslizándola por la línea que los separaba hasta mi miembro, la dejaste ahí aprisionando la base junto con mis testículos. Empezaste a moverla y yo a gemir-¡Ah, S-SSebastian…!-clame tu nombre disfrutando los movimientos en mi entrepierna e inconscientemente empecé a mover mis caderas al compás de esa mano, me pegue en ella y comencé a moverme de atrás hacia adelante rozándome contra tu brazo-¡Ah…ah..!-gemía, jadeaba y disfrutaba, arquee mi espalda hacia atrás y en ese momento la mano sobre tu nuca me soltó, para tomarme del pecho por el cual empezó a deslizarse, sentí como tu rostro se enterró lentamente sobre mi cuello, tu nariz me olfateaba, aquello me prendía aún más, moviste la mano que estaba en mi entrepierna y no pude evitar molestarme un poco, pero enseguida la pusiste en otra posición mas cómoda deslizándola por mi cadera hacia adelante tomando mi miembro, solté otro jadeo. “Mi lord , ordéneme..” Escuche esa aterciopelada voz, tus palabras hicieron que me derritiese haciéndome dar un gemido mucho más fuerte, sentía esa sensación de no aguantar y correrme de una ve ,los movimientos en mi cadera cesaron, al mismo tiempo que comencé a tratar de respirar con calma, sin éxito- H-hazlo, tómame…de una vez. “Yes My Lord”. De nuevo tu voz y seguida de esta sentí una súbita presion dentro mío, pegue otro fuerte gemido clamando tu nombre que hizo eco en la habitación, comenzaste a moverte de forma brusca y mientras te movías hacías los mismos movimientos con tu mano, no deje de jadear e intentar moverme en un intento de seguirte, pero súbitamente volviste a salir de mi interior, te dirigí una mirada algo molesta, que en un instante se remplazo por una de sorpresa. Me pusiste de frente y llevaste tus manos a mi cadera para alzarme, pusiste una debajo de mis glúteos y me acomodaste de tal forma que quedase sentado sobre tu brazo, volviste a penetrarme, mis brazos fueron a tu cuello y mis piernas se cerraron en tu cadera, solté otro gemido mientras tu pegabas mi espalda a la pared, me bajaste un poco y hábilmente te deshiciste del agarre que había formado con mis piernas para separar mas mis muslos y alzarlos levemente, entonces comenzaste a moverte de nuevo, tu vientre rozaba mi miembro y cada vez ibas más profundo, sacándome múltiples gemidos haciéndome cerrar fuertemente los ojos. Finalmente me dejaste correrme, respire agitadamente tratando de recuperarme, cuando sentí un fuerte empujón y mas empujones bruscos sobre la pared, tú aun no te habías corrido, gemí, jadee, tanto deliraba en placer que hasta creo te pedí más, obedeciste y después de varias embestidas una calidez lleno mi interior junto con otro hormigueo , solté otro fuerte gemido al sentir como un fino líquido se deslizaba desde mi interior hacia afuera, entonces asumí que también habías llegado a tu clímax. Intente decir algo pero volviste a callarme con un fugaz beso y mientras hacías eso saliste de mi interior haciéndome soltar un leve gemido opacado por tu hábil lengua que devoraba mi boca, al separarte todavía una línea de saliva nos unía, mi vista se perdió en esa burlona sonrisa que se curvo de inmediato en tu rostro, después de eso me desvanecí quizás por el cansancio.
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